martes, 15 de marzo de 2011

RENUEVAN TEATRO INFANTIL

Música y títeres son parte de los recursos escénicos de tres nuevos montajes

Claudia Acosta García
El Universal
Sábado 21 de abril de 2007

Atrás quedaron las historias de castillos, princesas, duendes y dragones, para dar paso a un teatro infantil que confiesa lo que la música puede hacer en la vida de los pequeños espectadores, como lo demuestra la puesta en escena De la oreja al corazón, de Mercedes Gómez Benet, que inicia temporada a partir de mañana en el Teatro Orientación.
La propuesta surgió en el octavo Festival Internacional Música y Escena y se trata de una obra que "pretende balancear y poner en las mismas condiciones el lenguaje teatral y musical, con el fin de acercar a los niños al hecho artístico", dijo el director de la pieza, Emmanuel Márquez.
La música corre a cargo de la compositora mexicana Lorena Orozco, y sus melodías son las encargadas de acompañar a los 11 títeres de tamaño natural, manipulados a la vista de los espectadores, que dan vida a la historia de Julián, un niño huérfano que lucha contra muchos obstáculos para lograr su objetivo: ser director de orquesta.
A pesar de que Gómez Benet y Márquez afirman que la historia es un poco complicada por el tema que abordan, De la oreja al corazón es un llamado a que los niños empiecen a entender y preguntar situaciones de su realidad.
Algo similar sucede con las obras que también abrirán temporada, pero en la sala Xavier Villaurrutia, Érase una vez un pato y Una varita mágica de la compañía Teatro 2, basadas en dos cuentos rusos anónimos adaptados por William Fuentes.
Ambos montajes -parecidos a las fábulas de Esopo- abordan el tema de la autoestima, la aceptación de uno mismo y el valor real de las cosas, a través de personajes que casi siempre son animales y en donde la historia lleva implícita una moraleja.
Érase una vez un pato habla de un animalito que quería ser el mejor pescador del mundo y con tal de lograrlo empieza a cambiar partes de su cuerpo con las de distintas aves que se encuentra en el camino.
"Nosotros quisimos demostrar algo que está sucediendo actualmente: que los niños no se aceptan como son. Y lo mismo le pasa al pato, cambió tanto que al final se convirtió en un monstruo física y sicológicamente", describió Fuentes, actor cubano.
Por lo que respecta a Una varita mágica, la obra es un llamado a la inteligencia, en donde está la verdadera magia, como explicaron los actores al decir que "el chiste de la varita depende de la utilización que cada uno le dé.
De la oreja al corazón se presentará del 21 de abril al 15 de julio, a las 12:30 horas, y Érase una vez un pato y Una varita mágica hasta el 5 de agosto, a las 13 horas, en el Centro Cultural del Bosque (Reforma y Campo Marte, Chapultepec).




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